FIBRA por sus siglas, se refiere al Fideicomiso de Inversión en Bienes Raíces y por sus similitudes a los REITs en EU. De acuerdo a la legislación mexicana, una FIBRA deberá establecerse como un fideicomiso por contrato. La Ley del Impuesto sobre la Renta en México establece que una FIBRA debe distribuir anualmente por lo menos el 95% de su Utilidad antes de Impuestos.
La introducción de FIBRAs en México y el establecimiento el régimen fiscal aplicable a las FIBRAs en el 2004 como un vehículo de inversión (a través de valores emitidos) representa un nuevo tipo de instrumento de inversión para los inversionistas individuales e institucionales. La estructura legal de una FIBRA se deriva de varias reformas aprobadas: (i) provisiones en la ley fiscal mexicana y su regulación, (ii) operación, transacción y demás legislación en México, (iii) régimen de inversión de las Administradoras de Fondos para el Retiro o AFORES que permiten la inversión en FIBRAS para sus fondos de pensiones y (iv) legislación anual de impuestos emitida por la Secretaría de Hacienda en sus misceláneas fiscales.
En lo particular, la legislación bajo el régimen de inversión para las AFORES ha clasificado a las FIBRAs como instrumentos estructurados. Como resultado, las Sociedades de Inversión Especializada en Fondos de Retiro o SIEFORES podrían invertir sus recursos en CBFIs emitidos por las FIBRAs de conformidad con sus limitaciones de inversión (para SIEFORE 2, un máximo de 10% y para SIEFORES 3, 4 y 5 un máximo de 15% de sus activos netos, de acuerdo a su criterio de diversificación en Orden 15-19 de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR). Adicionalmente, algunos fondos de pensiones mexicanos, en conformidad con el Art. 188 de la Ley de Impuesto Sobre la Renta, pueden invertir hasta el 10% de sus reservas en CBFIs emitidos por las FIBRAs.
Además, la estabilidad de la economía mexicana en los últimos años ha contribuido al desarrollo de renta de propiedades en el país, principalmente en ciudades grandes y medianas. Las FIBRAs promueven el desarrollo de los bienes raíces en México al integrarse como un vehículo por medio del cual, los inversionistas institucionales e individuales tienen acceso a este mercado, para servir como una fuente de liquidez para desarrolladores e inversionistas, y contribuir a la diversificación del riesgo para el inversionista en los bienes raíces.
Estamos convencidos de que una Fibra que cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores tiene varios beneficios bajo la legislación fiscal mexicana, ya que algunos inversionistas no son sujetos del impuesto sobre la renta y exenta a los inversionistas que califican para efectos de las leyes fiscales mexicanas (por ejemplo, inversionistas que residen en México, entidades exentas de impuesto e individuos de otra nacionalidad que no sea la mexicana) de ser sujetos fiscalmente con respecto a transacciones de mercado secundario que involucran CBFIs.